sábado, 6 de agosto de 2011

Vacaciones como deben ser

Pues nada, que hoy se decidió el viaje familiar a las aguas termales y óigame qué ricura.
Me di las tres desde que llegué hasta que comenzaron a correr a las personas en las albercas, todo muy rico en aquél lugar llamado Chignahuapan excepto por los vestidores, porque las féminas no saben lo que quieren. Si te tapas para cambiarte o vestirte te ven con cara de "´¿y esta persinada?" Ah, pero si llegas como dios te trajo al mundo y te cambias como si nada, no te salvas de la vista tipo "Ay, maldita vieja loca". Total que no se les da gusto.
No comí hasta las diez pm, el tráfico de regreso fue espantoso gracias a sabrá quién que chocó su carro, lo hizo mierda y huyó lo suficientemente rápido como para dejarlo en plena carretera.
Y de ahi unas cervecitas con buena trova en el barrio del artista, creo que ya no se puede pedir otra cosa a la vida. Bueno si, dormir.
A la otra entrada subo las pocas fotos del paisaje, en estos momentos estoy lo suficientemente mareada como para escribir mal y lo suficientemente cansada como para quedarme jeta frente a la lap.

1 comentario:

J.P. Medina dijo...

La proxima semana nos echamos una caguama C:

Se te quiere un chingo, mi vida.