Irónicamente en el puente tradicional para festejar a los muertos.
Y lo extraño, como cualquiera que pierde a su chiquito...cuando hay tiempo para lamentar duele más,
se murió mi chiquito tan de repente que no supe en qué momento ya no estaba,
la costumbre me obliga a voltear antes de salir para darle de comer, pero ya no está mi chiquito.
Veo sus fotos - de cuando era más chiquito- y lo extraño todavía más. Es como todo, no dura para siempre, pero uno nunca está preparado para ese momento en el que todo tiene que partir y te quedas con nada, que es el hueco entre el todo y la ausencia - ausencia de mi chiquito-
Sólo ahora me doy cuenta de lo frágil que era su corazón -porque eso es frágil en todos- y lo mucho que lo extraño. Como cualquiera que pierde a su chiquito.
4 comentarios:
Salucita por el pequeñin. Nunca nadie lo querrá como usted, pero yo la acompaño a su luto.
Animo, Chamacona.
Tan sabroso que se veía, pos ansina es con los conejitos de polvo, llegan y se van cuando menos se espera, saludos y una veladorita pal PP, ya será feliz en el cielo de los conejos junto a las conejitas de plaiboi (así hasta ha de dar gusto morirse, aparteme unas don PP!)
Pobre Pepe, siento su perdida, hay veces que parece que lo tenemos todo y otras que no tenemos nada. Menos mal que es cíclico.
Tengo un hueco emocional de dos kilos...
con pelusa, mucha.
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